EN EL DIVAN
Cuando empezaba mi rutina de cada mañana, aun siendo la misma persona, haciendo las mismas cosas, me sentí diferente, es raro, creo que madure un poco, lo increíble es que lo detecte como si de una ligera fiebre se hubiese tratado, mi alma ha estado luchando los últimos días en una batalla de liberación que ni yo misma entiendo creo que me he estado haciendo daño, es cierto, que necesitaba pasar por ese trance de desorden, desorden en mi vida, en mi casa, en mi persona, y hasta en mi personalidad, de noches largas de cerveza y sexo solo por el pacer del mismo. Hoy que desperté sintiéndome más vieja y mirando sin sorpresa un lado de mi cama vacio sintiendo el frio de la ausencia de esa persona que espero para compartir mi vida, cuando vi mi ridícula estampa llena de soledad, vicios y malestar, cuando vi a mesa mujer en apariencia inteligente , que no lo es, por que ha hecho una mierda de su sirva me reí de mi misma y me di cuenta de que de algo habría servido todo lo que he hecho en estos últimos días y que no me había dado cuenta y la razón es para hacerme despertar, hacerme recordar mis planes mi sueños que había dejado a un lado…Madure tal vez en le ultimo trago de cerveza o tal vez mientras el humo de mi ultimo cigarrillo de anoche ondulaba frente a mis adormilados ojos… me vi desde fuera y me tuve lastima supe que ya no era la misma, que había perdido el tiempo y que mi cara mi cuerpo y mi tristeza y apatía eran la prueba mas grande de esto que te he contado
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